Con la última victoria de Rafa Nadal más las polémicas de Djokovic el tenis está francamente de moda. Pero el tenis también ha sufrido una transformación en su indumentaria y se ha dado el caso de ser el primer deporte en el que las influencias de la calle y los cambios en la sociedad han ido transformando el atuendo de los tenistas y a su vez los cambios en la moda del tenis se han trasladado a la calle, siendo esta una carretera de doble sentido.
La práctica del tenis comienza en la Inglaterra victoriana del siglo XIX, practicado por las clases altas como una forma de entretenimiento y diversión para el cual se utilizaba el mismo atuendo informal de esas clases acomodadas para sus momentos de ocio y relax. Fundamental el color blanco ya que era el auténtico uniforme de esa sociedad en los meses del estío, sólo tenemos que imaginarnos los famosos cuadros de Sorolla con las damas de la burguesía paseando por la playa, para saber que ese atuendo tal cual era el utilizado por las primeras jugadoras de tenis. Vestidos largos con todas las capas de ropa interior, botines abotonados, blusas cerradas en los puños y hasta el cuello y pequeños sombreros completaban la imagen, sin olvidarnos del corsé por supuesto. Los caballeros tenían el permiso de quitarse la chaqueta en presencia de mujeres e incluso remangarse las mangas de la camisa, que tenía su correspondiente cuello duro y corbata. Lo último que importaba era la comodidad, lo importante eran el estilo y la decencia en el vestir por supuesto.
Maud Watson en 1884 con atuendo completo para jugar al tenis.
Los mellizos Renshaw posan como campeones de Wimbledon en 1881
Así podríamos llegar hasta el periodo entreguerras en el que se produce el gran cambio social, sobre todo para las mujeres, vestidos cortos por debajo de la rodilla, zapatos más cómodos, fuera el corsé y una cinta ancha para recoger el pelo que llevaban corto en melena. Eran las mujeres de Coco Chanel que fumaban, conducían coches, montaban en bici y por supuesto jugaban al tenis.
Aquí comenzaría lo que empezó a llamare ropa «sport» por ser la específica para la práctica deportiva , poco tardaría en trasladarse a la calle y por eso se empezó a denominar ropa sport el estilo más informal y relajado utilizado para la ropa de diario.
La pionera fue Suzanne Lenglen campeona que se presentó por vez primera con una falda tableada que le permitía mejor los movimientos y unas escandalosas mangas cortas que dejaban al desnudo por completo los brazos, libres para el juego.
Los hombres liderados por Rene Lacoste, apodado por la prensa el cocodrilo, se quitaron la corbata y el propio René diseñó una camisa de punto mas flexible con manga corta, cuellos blandos y parte trasera más larga para que no se saliera del pantalón al agacharse durante el juego, que inspirada en el juego del polo bautizó como camisa polo.
René junto a Henry W.Austin en Wimbledon en 1928
Poco después se hizo bordar el símbolo de su apodo, un cocodrilo en el lado izquierdo del polo y también de la chaqueta.
Consciente o no René Lacoste acababa de inventar el logotipo algo que se ha universalizado no sólo en prendas deportivas sino en todo tipo de ropa.
La imagen de los deportistas era ahora más cómoda, utilizando también prendas de punto, que se utilizaba sólo en ropa interior, y los jerseys de los marineros que copió Coco Chanel.
Eso sí el estilo era impecable, aquí podemos ver a Suzanne Lenglen con chaqueta de punto para abrigarse entre partidos, eso sí con un voluminoso cuello de zorro. Él, Max Decugis lleva una elegante chaqueta blanca con discretas rayas en los puños encima de su polo, todo en un impecable, poco práctico pero estiloso a más no poder color blanco. Esta imagen nos hace añorar el estilo de esa época que para ellos era tan revolucionaria y ahora se nos antojan clásicos y elegantes en comparación a los tenistas de hoy.
Como vemos la vestimenta en el deporte del tenis en un principio copió los cánones de la ropa de diario para con el tiempo evolucionar para hacerla más práctica al competir y a la vez reflejando los cambios sociales que se estaban produciendo. Y como cerrando el círculo podemos ver como con la introducción del polo, los logos y otra prendas éstas pasan de la pista de tenis a calle produciéndose así una corriente de doble dirección ente el ropa del tenis y la de la calle.
Esta situación cambiaría de nuevo tras la segunda guerra mundial.
Pero eso será tema de otra próxima entrada.
Pablo Merino